Unas declaraciones de la vicepresidenta primera de la Diputación de Granada, Luisa García Chamorro, eran recogidas y publicadas con titulares morbosos y tendenciosos por la mayoría de medios de comunicación de tirada provincial y advertían -según titulares de noticieros- que "Benalúa, Fonelas y Purullena habían suministrado agua contaminada con plaguicidas durante un año".
Podemos imaginar la alarma social que ello ha podido ocasionar en las tres poblaciones. Unas acusaciones gravísimas que ponen en tela de juicio no solo la labor del anterior gobierno de Diputación de Granada, sino a los gobiernos locales de dichas poblaciones, jugando con acusaciones tan delicadas como es la salud.
▬ Juan Hidalgo, ex-alcalde de Benalúa, junto al alcalde de Purullena niegan las acusaciones y aclaran que se paralizaron las potabilizadoras al día siguiente de detectarse la anomalía (si bien, los niveles nunca alcanzaron los mínimos exigidos):
▬ Rosario Sánchez, ex-concejala del ayuntamiento de Benalúa. Entrevista en Radio Kabila (RKB). en la que queda aclarada la falsedad de la noticia con datos fehacientes y fechas contrastadas:
LIBERTAD DE EXPRESIÓN VERSUS LIBERTAD PARA MENTIR Y DIFAMAR
Los que, como yo, estamos en los cincuenta, recordamos la fuerza que ejercía la libertad de expresión como aspiración de la sociedad española en su camino hacia la democracia. Vivir bajo la mirada permanente de la censura hizo que muchos españoles sacasen el valor y la casta necesaria para defender la verdad y la justicia de las cosas públicas o para señalar la diversidad de puntos de vista con que se pueden enfocar ciertos asuntos.
Hoy, 35 años después de haber cerrado aquel ciclo de nuestra historia, la manera de entender la libertad de expresión ha dado un giro de 180 grados para la mayoría de los medios de comunicación de nuestro panorama nacional. La línea entre lo cierto y lo falso es tan difusa que a veces ni se ve. La independencia del periodista o del informador ha llegado a ser tan inusual que para mucha gente en la actualidad eso no se considera necesario ni exigible. Así las cosas, uno puede llegar a maldecir la actual libertad de expresión cuando la ve violada por esa caterva de periodistas gallináceos que se dedican a escarbar en el estercolero de los trapos sucios de los famosos y de los que aspiran a ser como ellos. Pero este no es el periodismo más nocivo de la actualidad, por zafio, cutre y vergonzoso que sea. El peor y más dañino periodismo de la actualidad es el que se practica sin conciencia de estar haciéndolo mal o haciéndolo a medias. Me refiero a cosas como las que estamos leyendo u oyendo en estas últimas semanas en nuestros medios de comunicación provinciales de nuestra querida Granada.
La señora García Chamorro, actual vicepresidenta primera de la Diputación y concejala del PP en el ayuntamiento de Motril, ofreció en rueda de prensa titulares morbosos para los medios. Los municipios de Purullena, Fonelas y Benalúa habrían estado suministrando agua potable en malas condiciones cerca de un año. La culpa de estas faltas se la imputa directamente al gobierno de la Diputación durante el período 2007-11 –gobernada por PSOE e IU- e indirectamente a los ayuntamientos de los tres municipios –gobernados en ese período por el PA en Fonelas y Purullena y por IU en Benalúa, y en la actualidad por PSOE en Fonelas y Benalúa y por el PA en Purullena-.
No hay que ser muy listo para saber que con titulares como ése se genera alarma social y, por qué no, enfrentamiento social. Para un periodista y su periódico, del nivel que sean ambos, está claro que deben contrastar informaciones como éstas antes de lanzarlas a la sociedad. Cosa que, como vengo diciendo, están muy olvidadas en la práctica periodística. Ahora bien, debemos preguntarnos qué ha pretendido la señora García Chamorro y el PP de la Diputación para proceder de esta manera.
¿Alertar a la población de estos municipios para que pongan freno a sus ayuntamientos en el suministro de aguas contaminadas? Está claro que no ha sido esto. Las potabilizadoras de los tres municipios entraron en fase de pruebas a mediados de 2010, y no en 2009 como dice esta señora. Los filtros de carbono que ahora deben tener todas las potabilizadoras no eran obligatorios cuando se redactó el proyecto de estas tres en cuestión (permítanme una sugerencia señores y señoras periodistas: investiguen en cuántas potabilizadoras instaladas en la provincia con anterioridad a 2009 están ya incorporados los filtros de carbono, y dígannos de qué signo político son sus ayuntamientos).
La nota de prensa del anterior equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Benalúa, emitida en la emisora municipal Radio Kabila, da fechas y datos concretos contrastables oficialmente:
· Lo primero y más importante es informar a la población de Benalúa que en ningún momento se ha puesto en peligro la salud de los ciudadanos del municipio.
· La puesta en marcha de la potabilizadora sin los filtros de carbono no ha supuesto ningún riesgo sanitario (solo una sanción administrativa) porque todas las analíticas realizadas desde su puesta en marcha en septiembre de 2010 no han dado ningún indicio de la presencia de ningún tipo de pesticida ni de otra sustancia que hiciera necesario la supresión del abastecimiento.
· Fue en mayo de 2011 cuando el Distrito Sanitario de la zona informó de que una analítica detectó la presencia de terbutilazina (por debajo de los límites considerados de riesgo para la salud) en las aguas del Pantano Francico Abellán de la que se abastece la potabilizadora y tras realizar una analítica de confirmación del incumplimiento, tal como dice el Real Decreto 140/2003 por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano, fue el día 20 de mayo de 2011 cuando se declaran esas aguas como no aptas para el consumo por la administración sanitaria correspondiente. Ese mismo día se realizan las acciones que establecen el Real Decreto, en el caso de Benalúa, vaciado del depósito y puesta en marcha del pozo que abastecía normalmente al municipio del que se realizó otra analítica urgente para asegurar que el agua era perfectamente segura.
· Así pues, la población nunca ha estado en riesgo y desde el Ayuntamiento se ha velado por el cumplimiento de todos los extremos en materia de calidad del agua de consumo. Toda esta información se puede contrastar con el Distrito Sanitario Granada Nordeste que vela por el cumplimiento de la normativa vigente.
Esta información, que hubiera estado disponible para los medios de comunicación en cuanto la hubiesen solicitado, no ha parecido importante para los informadores. Por eso, insisto, ¿qué ha pretendido la señora García Chamorro con esta información alarmante? Creo que no me equivoco si digo:
1. Desprestigiar al anterior gobierno de la Diputación y, de paso, salpicar a los ayuntamientos de los tres municipios por negligentes e incompetentes.
2. Señalarse a ella y al actual gobierno del PP en Diputación como solucionadores del problema, ya que van a poner los filtros de carbono. No le da vergüenza arrogarse una decisión que ya se tomó antes de que cambiase el gobierno en Diputación. Y
3. Seguir dividiendo a la sociedad con la visión maniquea de los buenos y los malos.
¿Y todo esto, por abreviar, qué produce en nuestra sociedad?:
Desconfianza generalizada hacia los que se dedican a la política –da igual que sean honestos o puros trepadores, que vivan de la política o que sacrifiquen su tiempo por su pueblo -.
Fomentar la incultura política ya que nunca se llega a esclarecer la verdad de forma rotunda y definitiva; el dicho, “¿de quién me voy a fiar?” es la conclusión de la mayoría de la gente. Es decir, el río revuelto en el que ganan “los pescadores”, esos pescadores que todos deberíamos esforzarnos por apartar de la política.
Lamento tener que haber escrito esto en la mañana del domingo 2 de octubre en lugar de haber estado arreglando los árboles de mi calle, que tanto me gusta y satisface. Quizá no he asimilado todavía que el mejor ejercicio de la libertad de expresión en nuestros días y en nuestras circunstancias es guardar silencio. Silencio.
(Por todas aquellas personas que de forma gustosa y abnegada dan su tiempo y su saber hacer a sus comunidades y pueblos)
Juan Miguel Gómez
Concejal en el Ayuntamiento de Benalúa
Hoy, 35 años después de haber cerrado aquel ciclo de nuestra historia, la manera de entender la libertad de expresión ha dado un giro de 180 grados para la mayoría de los medios de comunicación de nuestro panorama nacional. La línea entre lo cierto y lo falso es tan difusa que a veces ni se ve. La independencia del periodista o del informador ha llegado a ser tan inusual que para mucha gente en la actualidad eso no se considera necesario ni exigible. Así las cosas, uno puede llegar a maldecir la actual libertad de expresión cuando la ve violada por esa caterva de periodistas gallináceos que se dedican a escarbar en el estercolero de los trapos sucios de los famosos y de los que aspiran a ser como ellos. Pero este no es el periodismo más nocivo de la actualidad, por zafio, cutre y vergonzoso que sea. El peor y más dañino periodismo de la actualidad es el que se practica sin conciencia de estar haciéndolo mal o haciéndolo a medias. Me refiero a cosas como las que estamos leyendo u oyendo en estas últimas semanas en nuestros medios de comunicación provinciales de nuestra querida Granada.
La señora García Chamorro, actual vicepresidenta primera de la Diputación y concejala del PP en el ayuntamiento de Motril, ofreció en rueda de prensa titulares morbosos para los medios. Los municipios de Purullena, Fonelas y Benalúa habrían estado suministrando agua potable en malas condiciones cerca de un año. La culpa de estas faltas se la imputa directamente al gobierno de la Diputación durante el período 2007-11 –gobernada por PSOE e IU- e indirectamente a los ayuntamientos de los tres municipios –gobernados en ese período por el PA en Fonelas y Purullena y por IU en Benalúa, y en la actualidad por PSOE en Fonelas y Benalúa y por el PA en Purullena-.
No hay que ser muy listo para saber que con titulares como ése se genera alarma social y, por qué no, enfrentamiento social. Para un periodista y su periódico, del nivel que sean ambos, está claro que deben contrastar informaciones como éstas antes de lanzarlas a la sociedad. Cosa que, como vengo diciendo, están muy olvidadas en la práctica periodística. Ahora bien, debemos preguntarnos qué ha pretendido la señora García Chamorro y el PP de la Diputación para proceder de esta manera.
¿Alertar a la población de estos municipios para que pongan freno a sus ayuntamientos en el suministro de aguas contaminadas? Está claro que no ha sido esto. Las potabilizadoras de los tres municipios entraron en fase de pruebas a mediados de 2010, y no en 2009 como dice esta señora. Los filtros de carbono que ahora deben tener todas las potabilizadoras no eran obligatorios cuando se redactó el proyecto de estas tres en cuestión (permítanme una sugerencia señores y señoras periodistas: investiguen en cuántas potabilizadoras instaladas en la provincia con anterioridad a 2009 están ya incorporados los filtros de carbono, y dígannos de qué signo político son sus ayuntamientos).
La nota de prensa del anterior equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Benalúa, emitida en la emisora municipal Radio Kabila, da fechas y datos concretos contrastables oficialmente:
· Lo primero y más importante es informar a la población de Benalúa que en ningún momento se ha puesto en peligro la salud de los ciudadanos del municipio.
· La puesta en marcha de la potabilizadora sin los filtros de carbono no ha supuesto ningún riesgo sanitario (solo una sanción administrativa) porque todas las analíticas realizadas desde su puesta en marcha en septiembre de 2010 no han dado ningún indicio de la presencia de ningún tipo de pesticida ni de otra sustancia que hiciera necesario la supresión del abastecimiento.
· Fue en mayo de 2011 cuando el Distrito Sanitario de la zona informó de que una analítica detectó la presencia de terbutilazina (por debajo de los límites considerados de riesgo para la salud) en las aguas del Pantano Francico Abellán de la que se abastece la potabilizadora y tras realizar una analítica de confirmación del incumplimiento, tal como dice el Real Decreto 140/2003 por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano, fue el día 20 de mayo de 2011 cuando se declaran esas aguas como no aptas para el consumo por la administración sanitaria correspondiente. Ese mismo día se realizan las acciones que establecen el Real Decreto, en el caso de Benalúa, vaciado del depósito y puesta en marcha del pozo que abastecía normalmente al municipio del que se realizó otra analítica urgente para asegurar que el agua era perfectamente segura.
· Así pues, la población nunca ha estado en riesgo y desde el Ayuntamiento se ha velado por el cumplimiento de todos los extremos en materia de calidad del agua de consumo. Toda esta información se puede contrastar con el Distrito Sanitario Granada Nordeste que vela por el cumplimiento de la normativa vigente.
Esta información, que hubiera estado disponible para los medios de comunicación en cuanto la hubiesen solicitado, no ha parecido importante para los informadores. Por eso, insisto, ¿qué ha pretendido la señora García Chamorro con esta información alarmante? Creo que no me equivoco si digo:
1. Desprestigiar al anterior gobierno de la Diputación y, de paso, salpicar a los ayuntamientos de los tres municipios por negligentes e incompetentes.
2. Señalarse a ella y al actual gobierno del PP en Diputación como solucionadores del problema, ya que van a poner los filtros de carbono. No le da vergüenza arrogarse una decisión que ya se tomó antes de que cambiase el gobierno en Diputación. Y
3. Seguir dividiendo a la sociedad con la visión maniquea de los buenos y los malos.
¿Y todo esto, por abreviar, qué produce en nuestra sociedad?:
Desconfianza generalizada hacia los que se dedican a la política –da igual que sean honestos o puros trepadores, que vivan de la política o que sacrifiquen su tiempo por su pueblo -.
Fomentar la incultura política ya que nunca se llega a esclarecer la verdad de forma rotunda y definitiva; el dicho, “¿de quién me voy a fiar?” es la conclusión de la mayoría de la gente. Es decir, el río revuelto en el que ganan “los pescadores”, esos pescadores que todos deberíamos esforzarnos por apartar de la política.
Lamento tener que haber escrito esto en la mañana del domingo 2 de octubre en lugar de haber estado arreglando los árboles de mi calle, que tanto me gusta y satisface. Quizá no he asimilado todavía que el mejor ejercicio de la libertad de expresión en nuestros días y en nuestras circunstancias es guardar silencio. Silencio.
(Por todas aquellas personas que de forma gustosa y abnegada dan su tiempo y su saber hacer a sus comunidades y pueblos)
Juan Miguel Gómez
Concejal en el Ayuntamiento de Benalúa
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